Shadamy 153

Shadamy 153
Del odio al amor hay un solo paso.

miércoles, 12 de marzo de 2014

Capitulo 8

Shadow:
Usher sonaba con la canción Trading Places mientras me acomodaba en el Bentley de Matt.
Ya sabía que Marcos, Thomas y Knuckles estaban a salvo en mi casa, y que mi padre esperaba a que llegara. Me aguardaba una buena bronca y, en realidad, con motivos. Era la cuarta vez que visitaba los calabozos de la comisaría de Trevi en lo que iba de año. Y tan solo habían pasado ocho días desde Nochevieja.
- ¿Sabes a quién has arrastrado contigo a comisaría?- me preguntó Matt aparentando seriedad, pero conteniendo una sonrisa.
Matt sabía el motivo de mi detención y opinaba que debía haber sido más duro con Fran.
- A una eriza que estaba buenísima- recordé sus largas piernas-. En serio, Matt, si la hubieses visto, hasta tú te hubieses quedado alucinado.
Soltó una carcajada.
- Ya veo. En realidad, sí, era muy guapa.
- ¿Pudiste verla? - pregunté extrañado.
- La saqué del calabozo, Shadow.
- ¿Cómo? - ahora estaba todavía más perdido.
Detuvo el coche frente al garaje del edificio Black. Cogió un pequeño mando, lo sacó por la ventanilla y pulsó el botón. La puerta comenzó a elevarse y Matt aprovechó para mirarme.
- Esa eriza que "estaba buenísima" era Amy Rose.
Si esperaba sorprenderme, lo consiguió. Le miré boquiabierto y con los ojos desencajados. Joder, si Ángel se enterase de que su hija pequeña había estado en el calabozo por mi culpa, me mataría.
«Con la de coches que había en la calle Corso, y tuve que coger el taxi que llevaba a Amy», pensé.
- ¿Lo sabe Ángel?- pregunté temeroso.
- No, pero lo sabe Midnight.

- ¡Es increíble, Shadow! Sabes que no puedes ir por ahí pegándote con el grupito de Fran. No dejas de estar en boca de todos y eso nos traerá problemas - dijo mi padre, alterado pero intentando no gritar para no despertar a mi madre y a mis hermanos mayores-. Encima, has metido a Amy Rose de por medio. ¿Sabes que hará la prensa si se entera? ¡Jesús!
Sentado en un sillón, observaba cómo mi padre caminaba de un lado a otro fumando sin parar.
- Lo siento, tío Midnight. No volverá a ocurrir- dijo Marcos poniendo cara de no haber roto un plato en su vida.
- Tú a callar, ya te hemos calado - dijo su padre, mi tío Mephiles-. Y vosotros...  - miró a Thomas y a Knuckles- ¿Le disteis duro? - les guiñó un ojo.
Todos nos miramos confundidos, pero terminamos riendo.
Estuvimos cerca de una hora comentando la pelea. Incluso Eric la representó en el centro del salón. Lo que comenzó como una reprimenda, terminó como una reunión de colegas que se explican unos a otros sus batallitas.
Sin embargo, durante todo ese tiempo mi mente no estaba en aquel salón, sino en una eriza de deslumbrantes ojos verdes.

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